Anteriormente: La Profesora de Piano
Maria,
la profesora de piano, y Ana, su pupila, vuelven a entregarse al
placer entre mujeres.
Otra
semana, otro día y otra lección. Cada tecla que tocaba era una nota
que emitía. Cada nota era parte una partitura. Una partitura para
una música que invadía el departamento.
Al
llegar al final la música acabo y reino el silencio por un instante.
Hasta que lo invadió el sonido del aplauso de una única persona.
-Muy
bien Ana lo has echo bien-Felicito
Maria a su querida alumna.
-Gracias
profe...Maria-Dijo
La aludida sonriendo tímidamente.
Hacia
solo dos semanas que habían echo el amor por primera vez. Durante
siete días no habían tenido contacto alguno. Tiempo en el que Ana
dudo de volver a las clases. Tomo la decisión, tras mucho meditarlo,
de faltar a la clase de la semana anterior. Con la idea de cortar y
no ver mas a María. A pesar del maravilloso sexo y la complicidad se
sentía rara, culpable y en falta.
Al
dia, la veinteañera, recibió un correo electrónico de su profesora
(para ella ex-profesora) con las simples dos palabras de “Vuelve
Ana”.
Esas
solas palabras la hicieron gritar de alegría y casi saltar. Tanto
que su hermana le pregunto que le pasaba. No pudo contenerse y la
abrazo con fuerza mientras le decía “Maria
me quiere de vuelta, Maria no me corto, ¡Maria me ama!”.
A
ella no pudo evitar contarle de los sucedido con la profesora.
Después de que la hallara, tras varios minutos, de estar sentada con
las piernas apoyadas en el pecho y mirando el mismo metro cuadrado de
pared blanca.
En
cambio a sus padres no les habia contado. No por que fueran a
rechazar su homosexualidad. Si no que, como a todos los padres, les
costaría asimilar la idead de que su “pequeña princesa” tenia
algo llamado “sexo”.
La
joven (mas bien “la mas joven” ya que la profesora aun lo era)
vivió con gran ansiedad, cada uno de, los seis dias antes de poder
volver a ver a su profesora.
Normalmente
demoraba cinco minutos en bañarse. Pero la noche anterior había
demorado quince. Mientras estaba debajo de la ducha no pudo evitar
bajar su mano hasta su pelvis. Cerro los ojos he imagino la sonrisa
de la mujer, su belleza, delicadas manos y su abultado pecho,
mientras se masturbaba debajo del agua cálida. Fue un orgasmo
delicioso.
Con
la clase ya concluida Maria invito a Ana a tomar te. Ambas se
sentaron en el sofá mientras, entre sorbos, charlaban de temas
mundanos (el clima, la política, la música).
Al
terminar la pupila se desperezo. Por lo que su maestra le suguirio
que se recostara. Ella lo hizo recostándose...en las piernas de la
otra mujer. Durante un rato la treinteañera se dedico a acariciar el
rostro y cabello de la veinteañera.
Cuando
la alumna tenia los ojos pesados, teniéndolos mas tiempos cerrados
que abiertos, la profesora tomo una de las tazas de te vaciá y la
miro. Levanto una ceja como si hubiera descubierto algo.
-No
le puse leche al te-Comento
la mujer.
-Mmm...-Fue
todo lo que respondió la chica.
-¿Te
gustaría un poco de leche?
-Mmm...si...no
estaría mal-Levanto
su mano y la apoyo en el pecho izquierdo de Maria.
La
maestra le siguió el juego a su pupila. Abriéndose la camisa y
quitándose el corpiño/sostén (que termino tirado en el suelo)
dejando al desnudo su pecho izquierdo.
Tras
contemplarlos un momento, mientras le subía la temperatura, Ana se
acerco y se prendió, con la boca, al seno como un niño al de una
madre que le amamanta. Chupaba y apretaba con la boca. No salia
leche...¿pero que importancia tenia?
La
mujer se acomodo mejor. Tomandola entre sus brazos y apoyando su mano
izquierda en la nuca de la chica. Tras un rato desnudo su otro su
otro seno. Sus pechos eran de talla generosa, blandos y de grandes
pezones.
-Ahora
el otro-Le
pidió Maria a Ana con suavidad. Ella obedeció y se prendió al otro
pecho.

A
cada segundo que pasaba su vagina se humedecía mas. Se excitaba mas.
Empezo a gemir y a decir el nombre de su alumna-amante “Ana,
Ana, Ana,...”.
No
pudo resistir bajar una hasta debajo de la bombacha/bragas de su
pupila para masturbarla. Al comenzar se prendió a su pecho con mas
intensidad y apretujar, ambos, con mas fuerza.
Maria
bajo la mirada y se cruzo con la de Ana, cargada de lascivia.
Mientras la mano derecha de la mas joven le tomaba el pecho izquierdo
y la boca con la aureola y piel de alrededor dentro. Mientras la
mujer la masturbaba.
Cuando
la maestra llego al orgasmo apretó con fuerza el pubis de su pupila.
Ella grito un poco. Se dio cuanta del orgasmo de la mas joven cuando
esta, de repente, hundió su rostro entre sus senos gimiendo.
Cuando
el éxtasis, de ella, había acabado quito la mano de debajo de la
ropa interior de su amante. Noto que los dedos estaban y los chupo.
Ana
aun tenia la cabeza hundida entre los pechos de Maria. Con la máxima
suavidad y lentitud del mundo le separo el rostro de su pecho.
Dedicaron un rato a mirarse para después unirse en un beso.
Se
besaban con intensidad. Una se sorprendió al sentir la lengua de la
otra dentro de su boca, y le correspondio. Se abrazaron con fuerza y
acariciaron la una a la otra.
Ana
corto el beso, solo lo suficiente, para abrirse la prenda superior y
tirar su corpiño/sosten al costado. Quería sentir sus senos contra
los de Maria. Pecho contra pechos, latidos contra latidos, calor
contra calor, mujer contra mujer.
Se
siguieron besando mientras cada par de manos recorría, de arriba a
abajo la espalda de la otra. El corazón les latia a mil a ambas.
En
el ultimo momento la maestra-amante tomo con fuerza el rostro de su
pupila-amante. Le dio un beso tan largo que casi la dejo sin aire.
Cuando el interminable beso acabo juntaron sus frentes y cerraron los
ojos. Solo se escuchaba la respiración de las dos.
Maria
por fin hablo.

-Vos
también me gustas.-Respondió
la pupila-Digo
lo mismo de vos... Y me gusta ser tu amante y me gusta hacer el amor
con vos.
Se
sentaron lado a lado abrazadas, con sus pechos desnudos y el cabello
revuelto.
-¿Sabes
una cosa Ana? Después de tu turno tengo mas alumnos. Pero hoy decidí
decirles que no iba a poder darles clase.
-Claro.
Ibas a estar muy, pero muy, ocupada.
-Si
quieres puedo pasarte al ultimo turno. Tendremos todos los días,
después de clase , solo para nosotras dos...¿Que te parece?
-La
verdad que no...Me queda bien este horario, no tengo ganas de tener
clases mas tarde. Ademas no quiero que hacer el amor, con vos, se
vuelva una rutina horaria, como una clase.
-¿No
te gustan mis clases?-Pregunto
sorprendida la mujer.
-¡¿Que?!
Obvio que me gustan tus clases. Pero me gusta mas hacer el amor-.
-En
ese caso lo haremos mas desectructurado.
-Como
tiene que ser. El sexo debe ser sin rutinas ni reglas.
-Detalle...entre
vos y yo habrá una regla al tener relaciones.
-¿Cual?-pregunto
la chica levantado las cejas.
-Que
la pasemos muy bien las dos.
-Jajaja.
La
profesora de piano paso una brazo por detrás de los hombros de la
joven. A lo cual ella apoyo la cabeza en el hombro de ella y Maria su
cabeza sobre la de Ana.-La
proxima ves que nos veamos, si podemos, me gustaría hacer el amor en
la ducha.
Bajo la lluvia de agua caliente.
-¿Después
de que me enjabones?
-Por
supuesto
-¿Sexo
oral?
-También.
-En
ese caso mas me vale estar atenta a mi correo electrónico-Dijo
en tono jocoso.
Maria
le dio un beso en la mejilla a Ana. Apoyo su frente en la cabeza de
ella. Y dedico el siguiente rato a oler el aroma perfumado de su
cabello.
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