(Dylan Ryder)
Este relato trata de un joven de 21 años que decide ir a donar semen por primera vez, atraído por la compensación de 50 U$S.
Tras
llegar a la clínica y notificar su identidad y el turno para la
donación la enfermera de recepción le da un pequeño pote
esterilizado. Ingresa a la sala de donaciones. Básicamente un
pequeño cuarto con lavamanos, muchas toallas de papel y ningún
material para ayudarle a eyacular. Por un momento se queda pensado en
la enfermera, una mujer de menos de 30, cabello negro y aparente
pechos redondos y generosos
Vista
las perceptivas se baja el pantalón y la ropa interior y comienza
masturbarse. La incomodidad del lugar, el frio y solo disponer de sus
manos y nada mas hace que, a pesar de llevar un rato en ello, apenas
logra una pseudo-ereccion.
De
repente alguien toca a la puerta -¿Puedo
pasar señor?-
Es la enfermera. El responde que si tras levantarse la ropa. Al
entrar la enfermera le mira a el, después el frasco estéril vació
y lo vuelve a mirar.
Ella
levanta una ceja y le hace la pregunta -¿Necesitas
ayuda?-
El
sorprendido apenas suelta un -¿eh?-
-Yo
creo que si-
Inmediatamente
después se baja la parte superior de su uniforme, dejando
descubierto su corpiño, el chico ya empieza a sospechar que sus
tetas no parecen grandes, son grandes. Y cuando se quita el corpiño
lo confirma...son senos redondos, firmes y de 110 centimetros de
contorno (36DD).
Tiene
una erección mayor que la que tuvo desde que entro al cuarto. Se
queda paralizado por la situación. La enfermera se acerca lentamente
y, mientras lo mira a los ojos, con una mano le baja el pantalón y
la ropa interior y le saca el el pene.
Se
arrodilla y el ve como lo masturba. Primero con una mano y después
con la otra, alternando.
-Dura
y firme- Dice
ella-creo
que no habrá problema en llenar ese “tarrito”-.
Lo
sigue masturbando. En un momento con la mano izquierda le rodea la
punta, en torno al glande y con la lengua le hace cosquillas en la
base del miembro.
-Evito
pasar la lengua por la punta para que el semen no se vaya a mezclar
con saliva-
Le aclara.
-Si...esta
bien...mmm...haz como que...como quieras...tu eres la que sabe-
Dice el.
-Se
algunas cosas-
Y con absoluta lujuria le recorre la mitad inferior del pene con la
punta lengua.
Se
detiene por un momento y saca un pequeño frasco, aclara que es
lubricante. Se lo pone entre los pechos hasta que quedan bien húmedos
y mojados. Toma el erecto pene del donante y se lo pone entre los
senos, con las manos hace presión para que sus pechos compriman el
pene y empieza a mover su torso de arriba a abajo.

Cuando
lleva un rato ella le pide que por favor le diga cuando este cerca de
eyacular. Cuando llega el momento -Voy...a
eyacular-
la linda enfermera deja de masturbarlo con los pechos, para hacerlo
con una mano, mientras la otra sostiene el frasco esterilizado
debajo.
Eyacula
y derrama el contenido en el frasco es espasmos de placer. Mientras
la mano femenina sigue tomándole el miembro empapado en saliva y
lubricante erótico.
El
abre los ojos y la ve dirigirse al lavamanos para dejar el frasco
cerrado allí. Cuando vuelve el le dice que -Aun
queda un poco de semen-
y ella responde -De
eso me encargo yo-.
Vuelve a arrodillarse para pasar su lengua, esta vez, a lo largo de
todo el pene, y tomando todo el semen que queda con ella. El donante
la ve cerrar la boca y, evidentemente, tragar.
Se
pone de pie, y mientras se sube el vestido y el corpiño le dice:
-Gracias
por tu donación. En unos días recibirás tu cheque por 50 U$S-
-De
nada. No tendré problemas en volver a venir-
Responde mientras se levanta la ropa.
-Como
gustes. Pero recuerda que solo puedes donar una cantidad limitada de
veces. Pero no tengo problemas, de antes o después, ayudarte a
llenar “este tarro”- Se
señala la zona baja del vientre-es
mas cálido y suave- Y, por
ultimo, la enfermera le da un beso en la mejilla y le guiña un ojo
antes de salir de la habitación.
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