Anteriormente: Zofia Prisionera y Maniatada.
La
sesion de sexo entre Claudio y Zofia sigue. Ahora con mas correas,
collares y nalgadas.
Claudio
abrió, de una patada, la puerta de la habitación. Las ventanas
cerradas le hacían que la misma estuviera bastante oscura. Sobre su
hombro, como si fuera una bolsa, cargaba a Zofia. Con la boca tapada,
las manos atadas detrás de la espalda, sin bombacha/bragas ni
calzado.
Zofia
dio un vistazo a la habitación. Junto a la puerta una mesa con unas
correas, pañuelos, esposas y unas cajas. Contra la pared de la
izquierda, apenas entrar, una cama y al lado una colchoneta en el
suelo. La pared de enfrente estaba, en una gran parte, acolchada y
tenia clavada una serie de argollas y barras horizontales y
verticales. Contra la pared de la derecha, en frente de la de la
cama, había un potro de gimnasia. Y en el suelo del centro varias
argollas y, también, en la sección del techo encima.
Claudio
le desato las muñecas. Solo para llevarla al centro de la
habitación, hacerle levantar las manos y volvérselas a atar pasando
la correa por la argolla del techo. Después hizo lo mismo atándole
los tobillos y pasando la atadura por una argolla del piso.
La
rubia estaba totalmente a merced de su compañero. De pie, con los
brazos extendidos e incapaz de moverse.
Claudio
se paro delante de el y, mientras le tocaba los pechos, dijo “Ahora
si que estas a mi merced”.
Acto seguido le quito la mordaza y beso los labios. Se ubico detrás
de ella.
-Veamos
que tenemos aquí- Le toco
el trasero-mmm...me gusta-Le
metió la mano debajo de la falda y le apretó y pellizco las
nalgas-¿Te gusta?-Ella
asintió. Le daba cosquillas.
Al
momento paso a tocarle el pubis, también metiendo la mano bajo la
pollera.-A ver si esta
húmedo-Introdujo
un dedo dentro de la vagina, haciendo gemir a Zofia.-Todavía
no.
Se
ubico delante de ella y apoyo sus manos sobre el pecho.-¿Sabes?
Tengo ganas de probar tus pechos-
La chica se pregunto como lo haría ya que estaba atada y con la
remera puesta, tendría que desatarla para quitársela.
No
fue necesario. Ya que se dirigió a la mesa para tomar unas tijeras,
y como si nada, cortarle la remera verticalmente y después en torno
a los brazos para dejarle el torso descubierto. Acto seguido le quito
el corpiño/sosten. La rubia hizo un sonido de protesta por su
remeras echa jirones a lo que su compañero respondió que “No
te preocupes. Te comprare otra.”
Dedico
un buen rato a acariciarles los senos, morderlos y succionarlos con
fuerza. “Tienes unas tetas
ricas. Pero pueden saber mejor.”.
Se retiro y volvió un momento después con un recipiente...tenia
chocolate liquido. Derramo un poco en los pezones. La chica sintió
el frió del dulce y los pezones poniéndose duros. Después la
lengua de el retirándole el chocolate y mojandolos con su saliva. Le
daba calor y la iba excitando.
De
un tirón le bajo la falda para después cortarla con una tijera.
Ahora le debía remplazar dos prendas. Le quito la mordaza de la
boca. Con lo que ella pudo hablar.
-La
verdad que estoy a tu merced Claudio.
-Cierto.
Pero de ahora en mas te comportaras como mi prisionera y yo seré tu
carcelero, Amo o lo que se te ocurra. Pero quien esta al mando aquí
soy yo.
-Como
tu quieras Mi Amo y Carcelero.
El
Carcelero volvio a bajar su mano hasta el pubis de la Prisionera para
masturbarla mientras le chupaba las tetas. Ella gemía (“Si,
si, si...ah, ah, ah”) y
se humedecía mas. Saco el dedo de dentro de ella y lo lamió
(“Tienes un sabor
fuerte”). Volvió a
introducirlo dentro de la vagina, para sacarlo, y hacer que la Sumisa
probara el sabor de su propio sexo.
Cuando
llevaba un buen rato masturbandola le desato las muñecas y pies.
Ella agradecida ya que empezaba a molestarle la posición.
-Al
piso Perra-Le ordeno. A lo
que obedeció. Para que el le pusiera un collar al cuello y una
correa.
Dio
un pequeño recorrido junto a cada objeto de la habitación. El
Carcelero de pie explicando cada cosa y la Prisionera moviéndose en
cuatro patas guiándola con la correa.
-Te
dire para que es cada cosa.-Señalo
en dirección a la cama-La
cama es para hacer el amor en forma mas “convencional”. Y la
colchoneta para cuando, de ganas, de hacerlo en el piso.
-Al pasar junto a la mesa- En
la mesa hay un monto de juguetitos con los que nos divertiremos. Y el
potro y las pared acolchada para tenerte bien sometida.
-¿Que
haré contigo? Hay tanto para elegir. Y esas tetas lindas que tienes.
-No
es mi culpa ser tan linda.
-Presumida.
-Jajaja.
El
Amo se quedo pensativo por un rato hasta que por fin se decidió.
Hizo que la sumisa recostara su torso, boca abajo sobre el potro de
gimnasia, con los pies en el suelo. Y ato las muñecas al potro. El
contemplo como quedaba expuesto su trasero y vagina.
Se
ubico al lado de ella y comenzó a darle nalgadas.
-¿Sabes
por que te doy nalgadas?
-Ah...no...ah...ah...
-Para
castigarte por las, seguro, muchas cosas malas que has echo en tu
vida.
-¡Si!...ah...soy
una chica...ah...muy mala.
-Exacto.
Una guarra entregada. ¡Confiesalo!
-¡Siii!
Castigame...ah...asi...ah...ah...ah...porque soy una puta...ah...una
perra...ah...una zorra...ah...
Claudio
azotaba, con la mano, una nalga a la vez y alternando cada tanto.
Zofia gozaba con el juego de ser “castigada”.
-Eres
muy mala.
-Soy
muy mala.
-Puta.
-Soy
una puta...ah...soy tu esclava...ah...castigame...ah.
-¡Soy
tu amo!.
-Soy
tu sumisa...ah...¡hazme tuya!...ah...¡soy tuya!.
El
se excitaba y ella se humedecía. La Esclava alcanzo a ver como se
abultaba bajo su pantalón. De pronto el grito “¡No
aguanto mas!”
.
Para
acto seguido bajarse la ropa y dejar al descubierto su pene erecto y
firme (por segunda vez). Y por segunda vez la penetro por la vagina.
Esta vez con mas fuerza, apoyándole las manos en la parte baja de la
cintura. Mientras le gritaba lo puta que era y ella le daba la razón.
Evidentemente
estaba tan excitado que no tardo en acabar y, por segunda vez,
derramar su semen dentro de la vagina.
Cuando
se separo de ella la desato. Zofia noto como sudaba su frente y
suspiraba. Ella, entre risas comento.
-Jajaja...No
esperaba que pudieras eyacular dos veces en tan poco tiempo.
-Es
que eres una muy buena perra.
-Lo
hago lo mejor que puedo. Ahora mismo tengo el corazón a mil, ardo
por dentro y los pezones bien duros-
Había entrado en calor y sentía su corazón golpeando con fuerza
dentro de su pecho. Todavía le quedaba energía para mucho mas.
-Bien.
Pues ahora seras aun una mejor perra.
Se
volteo y fue hasta la mesa donde tomo algo. Para volver con las manos
detrás de la espalda. Beso los labios la chica. La mujer cerro sus
ojos para enfocarse en los labios de el.
Cuando
el beso termino supo que llevaba detrás de la espalda. Un bozal, de
esos que son una bola con correas. Se lo puso en la boca. Lo miro
algo sorprendida (o eso pareció ya que el objeto resaltaba sus
ojos).
-Ahora
seras una mejor Perra...y Esclava-Mientras
la tomaba del brazo y la llevaba contra la pared acolchada. Donde le
ato las muñecas y tobillos en las argollas con el pecho contra la
pared.
Cuando
por fin estaba inmovilizada algo que se asemejaba a una fusta.
-Ahora
si que estas a mi merced y que eres toda, toda mía.